miércoles, 3 de junio de 2009

UN DIA DE CAMBIOS

UN DIA DE CAMBIOS




No era un día normal pues el madrugar no me sienta bien, pero como era mi primer día trabajando en una casa de cambio, me levante con buen genio, me tome un café, y espere que fueran las 7:30 am para encontrarme con Royner Rey quien iba ser mi jefe inmediato en esto del negocio de divisas.

Salí de mi casa rumbo al puesto de trabajo y me encontré que a esa hora ya muchos de los cambistas estaban instalados haciendo su labor, me acomode en el cajón y espere las indicaciones pues no conocía mucho sobre este tema.
El bolívar amaneció a 0.35 respecto al peso colombiano; lo primero que me explicaron fue como hacer la conversión de bolívar a peso que se hace por medio de la multiplicación y de peso a bolívar dividiendo, además me dijeron que si se iba a hacer cambios de buena suma de dinero ofreciera buen precio que quiere decir subirle centavos al precio base.
Ya entrando en materia llego mi primer cliente, un venezolano que cambio 4 millones de bolívares, y me dijo que le diera buen precio, pero siguiendo instrucciones le dije que eso era lo mínimo que le podía cambiar porque o si no entraba a perder dinero.

Yo pensaba que lo único que tenía que hacer en el día era quedarme sentado esperando que llegaran los clientes para cambiar pero no fue así, Royner me dio una consignación para ejecutarla en el banco venezolano Banesco.

Salí a las 9:00 am al banco a hacer la consignación y me encontré con una fila larguísima, y estuve en ella 2 horas, pero todo salió muy bien y regrese a mi puesto de trabajo donde ya había disminuido la afluencia de gente y pude conversar con Royner.
Me conto sobre su vida en los cambios de divisas, las altas y las bajas que tiene este negocio.

“llevo 22 años trabajando con el cambio, acá en el negocio se sufren las verdes y las maduras empezando que cuando entre a trabajar el bolívar estaba como a 14 pesos y los venezolanos eran los que mandaban la parada, llegaban y uno se hacia su diario porque cambiaban muchos millones, pero como le dije llegan las bajas, después de un buen tiempo el bolívar empezó a bajar y en donde trabajaba en ese momento la casa de cambio se quebró pues tenían en caja una suma muy grande en bolívares y se descapitalizaron.

Como ya conocía gente del negocio no me demore mucho en encontrar trabajo y de nuevo empecé, ya se ganaba menos pero no se dejaba de ganar que era lo importante, así fui haciendo mi capital para montar mi puesto y no me demore mucho, solo dos añitos y me puse a trabajar solo.

Para el año 2002 sufrí mi primera perdida a manos de la devaluación del bolívar, no lo podía creer nunca pensé que me fuera a pasar ya que tenía experiencia en este campo, pero con mucho sacrifico y trabajo sale uno de muchos apuros, por eso Sebastian tómelo como consejo pa´lante es pa´alla y con ganas de salir adelante todo se puede”.
Después de la charla con Royner llego el almuerzo y ahí me lleve otra sorpresa pues yo pensaba que se descansaba las dos horas del almuerzo como se acostumbra en las oficinas pero hay llego otro comentario “en este negocio no hay descanso porque uno tiene que sacarle provecho a cualquier hora donde lleguen clientes”.
Después de almorzar ya siendo la 1:30 pm volví a sentarme a esperar clientes, cuando llego un señor con 40 millones de pesos que ya era cliente de cambios el Dolar y Royner los negocio y nos pidió el favor a Gerson, a Martin y a mí que acompañáramos a don julio como se llama el cliente.
Me fui con don julio en el carro y los otros dos iban en las motos abriendo campo y atravesándose para que fuera más rápido el recorrido, el cual a mi me pareció más evidente y por lo tanto riesgoso ya que se decía mucho con esa actitud.
Llegamos al destino y don Julio nos dio a cada uno 50 mil pesos por el favor de acompañarlos y me devolvió a cambios el Dolar, donde Royner me estaba esperando urgente para hacer una consignación antes que cerraran el banco.
Pensé en ese momento en la fila que debería haber en el banco ya que no quería demorarme lo mismo y Royner me dijo “para que no se coma la cola dele 50 mil bolívares al portero del banco que él lo deja entrar, le dice que va de parte de Don Royner y listo”
Así fue cuando llegue le di al portero el dinero y le dije de parte de quien iba y eso fue como si le hubiera dado una orden, pues me abrió las puertas y me paso a una caja rápida donde no me demore ni 20 minutos y me di cuenta que a este negocio lo único que lo mueve es la plata.
Siendo ya las 4 de la tarde, en vista que me levante temprano me encontraba muy cansado y no veía la hora de salir, pero Royner parecía de acero, se veía entero y note que su rutina diaria es muy dura.

Pasada media hora me dijo que cuadráramos caja, en el cual se cuenta la plata, se anota quien nos presto y a quien se le prestó, se cuentan las monedas y eso nos tomo más o menos 45 minutos.

Ya siendo las 5:30 pm cerramos y Royner me invito a tomarme algo, y la conversación se trato sobre mi primer día de trabajo y nos reímos mucho al acordarnos de las 2 horas que estuve en el banco pero como él dice “acá también se paga la primiparada”.

Después de un día agitado en el cual viví todas las experiencias que se ven en el comercio de Cúcuta, se ve reflejada las ganas de trabajar y el emprendimiento que hay en esta ciudad a pesar de que no tenemos grandes industrias.

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